Publicado: 1 de Octubre de 2024
El trauma infantil es como un monstruo bajo la cama que se esconde en las sombras de la mente de un niño. Puede surgir de varias experiencias negativas como el abuso, la pérdida de un ser querido, o incluso desastres naturales. Sin un tratamiento adecuado, este monstruo puede crecer y afectar gravemente el desarrollo emocional y psicológico del niño.
Afortunadamente, la terapia de juego y el EMDR pueden ayudarnos a trabajar el trauma infantil.
Las causas comunes del trauma en niños pueden ser:
- Abuso físico, emocional o sexual
- Pérdida de un ser querido
- Desastres naturales
- Violencia doméstica
- Bullying
- Favoritismo por otro hermano
- Comparación entre hermanos muy repetida a lo largo del tiempo
- Síndrome del Hermano Enfermo
- Negligencia parental
- El príncipe o princesa destronada, es decir cuando nace otro hermanito u hermanita
Los síntomas y señales de trauma infantil más frecuentes, a los que tenemos que estar alerta son:
- Cambios en el comportamiento: Si tu angelito se convierte de repente en un pequeño Hulk, es posible que esté lidiando con algo serio y doloroso
- Pesadillas y problemas de sueño
- Ansiedad y depresión
- Dificultades en la escuela, tanto a nivel académico como a nivel social
- Aislamiento
- Impacto del trauma en el desarrollo emocional y psicológico
- Enuresis secundaria
- Baja autoestima
- Miedo a relacionarse, el niño puede sentirse como un ratón rodeado de leones
Cuando surge la Terapia de Juego?:
La terapia de juego surgió a principios del siglo XX como una extensión de los principios de la psicoterapia, adaptados para niños. Fundada en las ideas de pioneros como Virginia Axline y Melanie Klein, la terapia de juego reconoce que los niños se expresan mejor a través del juego que con palabras. Axline, en particular, desarrolló una forma no directiva de terapia de juego que sigue siendo influyente hoy en día.
Esta técnica se basa en la creencia de que, al igual que los adultos, los niños necesitan un espacio seguro para explorar y expresar sus sentimientos, pero lo hacen de manera más natural y efectiva a través del juego.
La terapia de juego es un enfoque psicoterapéutico que utiliza el juego como el principal medio de comunicación entre el terapeuta y el niño. A través de actividades lúdicas, los niños pueden expresar sus emociones, procesar experiencias difíciles y aprender nuevas formas de enfrentarse a los desafíos.
La terapia de juego crea un espacio en el que los niños pueden explorar sus sentimientos y pensamientos a su propio ritmo y en su propio idioma: el juego.
Entre los principios fundamentales de la Terapia de Juego, se encuentran:
Uso del juego como medio de expresión:
En la terapia de juego, los juguetes y actividades lúdicas sirven como las "palabras" que los niños usan para comunicar sus pensamientos y emociones. A través del juego, los niños pueden expresar cosas que pueden ser demasiado difíciles de verbalizar. El juego permite a los niños recrear situaciones, ensayar nuevos comportamientos y experimentar con soluciones a problemas emocionales y relacionales.
Creación de un entorno seguro y comprensivo:
Un componente crucial de la terapia de juego es la creación de un ambiente seguro y acogedor donde los niños se sientan aceptados y comprendidos. Este entorno seguro les permite explorar sus sentimientos y experiencias sin miedo a ser juzgados. La relación de confianza entre el terapeuta y el niño es fundamental, proporcionando una base desde la cual el niño puede empezar a sanar y crecer.
Tipos de Terapia de Juego
Terapia de juego no directiva:
En la terapia de juego no directiva, también conocida como terapia de juego centrada en el niño, el terapeuta adopta un papel de observador, permitiendo que el niño lidere el juego y elija cómo utilizar el tiempo y los materiales disponibles. Este enfoque se basa en la premisa de que los niños tienen una tendencia innata hacia la autocuración y el crecimiento, y que el terapeuta debe proporcionar un entorno de apoyo que permita que este proceso natural tenga lugar.
Terapia de juego directiva:
En contraste con el enfoque no directivo, la terapia de juego directiva implica un mayor grado de intervención por parte del terapeuta. Aquí, el terapeuta puede introducir temas específicos, guiar actividades de juego o utilizar técnicas estructuradas para ayudar al niño a abordar problemas particulares.
Este enfoque puede ser útil cuando se trabaja con niños que necesitan más estructura y guía para explorar y procesar sus experiencias.
Cada uno de estos enfoques tiene sus propios beneficios y puede ser elegido según las necesidades individuales del niño. Esta es una herramienta versátil y poderosa para ayudar a los niños a enfrentar y superar el trauma, construyendo resiliencia y fomentando un desarrollo emocional saludable.
Entre los beneficios de la Terapia de Juego en el tratamiento del Trauma Infantil, destacan los siguientes:
Proporcionar un entorno seguro para la expresión
Creación de un espacio seguro y acogedor: En la terapia de juego, el terapeuta crea un ambiente donde el niño se siente seguro y protegido. Este entorno de aceptación y apoyo permite que el niño explore sus emociones sin miedo a ser juzgado o reprimido.
Importancia de la confianza entre el niño y el terapeuta: La relación de confianza entre el niño y el terapeuta es fundamental. Esta confianza se construye a través del respeto, la comprensión y la paciencia, permitiendo que el niño se abra y comparta sus experiencias más íntimas.
Facilitar la comunicación emocional
Expresión de sentimientos difíciles a través del juego: El juego permite que los niños expresen sentimientos complejos o dolorosos de manera simbólica. A través del juego, los niños pueden externalizar sus emociones y procesarlas de una forma segura y manejable.
Desbloqueo de emociones reprimidas: El juego puede ayudar a los niños a liberar emociones que han sido reprimidas o suprimidas. Este proceso de desbloqueo es esencial para la sanación emocional, ya que permite al niño confrontar y trabajar a través de sus sentimientos.
Reproceso y resolución de traumas
Recreación y procesamiento de experiencias traumáticas. La terapia de juego ofrece a los niños la oportunidad de recrear y procesar eventos traumáticos en un entorno controlado y seguro. A través del juego, los niños pueden explorar diferentes aspectos de sus experiencias y encontrar maneras de entender y superar sus traumas.
Técnicas específicas utilizadas en la terapia de juego para el reprocesamiento del trauma. Los terapeutas de juego utilizan diversas técnicas, como el juego de roles, la dramatización y el uso de juguetes específicos, para ayudar a los niños a reprocesar y resolver traumas pasados.
Fomento de la resiliencia y la autoestima
Desarrollo de habilidades de afrontamiento. La terapia de juego ayuda a los niños a desarrollar habilidades de afrontamiento que les permiten manejar el estrés y la adversidad. Estas habilidades son esenciales para el bienestar emocional a largo plazo y la capacidad de enfrentarse a futuros desafíos.
Fortalecimiento de la autoestima y la autoconfianza. A medida que los niños trabajan a través de sus problemas en la terapia de juego, experimentan un sentido de logro y empoderamiento. Esto fortalece su autoestima y autoconfianza, ayudándoles a sentirse más capaces y seguros en su vida cotidiana.
La terapia de juego es una intervención terapéutica efectiva para el tratamiento del trauma infantil, ofreciendo un enfoque adaptado a las necesidades y capacidades de los niños. A través de un entorno seguro y el uso del juego como medio de expresión, los niños pueden procesar sus experiencias traumáticas, desarrollar resiliencia y fortalecer su autoestima.
En nuestro próximo capítulo describiremos el Proceso de la Terapia de Juego.
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